El gris es uno de los colores más temidos en decoración ya que a menudo está asociado a la tristeza
y a la soledad, pero todo depende del uso que hagamos de este color indiscutiblemente elegante.
Es un color que al ser neutro se puede combinar con otros muchos otros colores, facilitándonos
así el trabajo ya que siempre queda bien.
Uno de los valores añadidos que tiene es la elegancia en el diseño sobre todo si se emplea
en saturaciones elevadas: carbón, pizarra, plomo…
Para este comedor la interiorista Isabel Roviralta introdujo el gris en tonalidades más claras mezclándolo
con las diferentes texturas tanto en los estores sin varillas como en la tapicería de los sofás y alfombra.
Teniendo en cuenta la gran cantidad de luz que tiene la estancia resulta una muy buena opción
vestir las ventanas con estores en gris, ya que filtran de manera efectiva y sutil el exceso de luz,
consiguiendo un comedor sobrio y sofisticado.